MIRABEL


Fotografía y diseño: José Valiente Tejado
Fecha de solicitud: 27-01-2012
Fecha de aprobación: 30-01-2012
Tirada: 200 sellos
Primer día de circulación: 14-02-2012



El nombre de Mirabel aparece en libros de la Edad Media. Varios libros de esta época hablan de su castillo como una fortaleza, sin mencionar el pueblo. Es en el siglo XVIII cuando empieza a aparecer en libros y documentos el nombre de la villa.
Recientes estudios han demostrado que Mirabel estaba en el borde establecido por dos pueblos los Vettones y los Lusitanos. Uno, un pueblo agrícola, y el otro, un pueblo de ganaderos. De su estancia en la zona dejaron los Castros y muchos Dólmenes.
Después de estos dos pueblos, se pueden ver también en diferentes lugares de la villa la influencia de varios pueblos que posteriormente llegaron a la península, como los restos arqueológicos encontrados de los romanos, los pueblos germánicos y la influencia de los árabes, de os cuales se cree que reconstruyeron el castillo.
Mucho después, el castillo y el pueblo, pertenecieron al Marquesado de Mirabel. Marquesado muy unido a la Corona de España. Desde su fundación Mirabel formó parte del distrito de Plasencia hasta que Pedro de Zúñiga adquiere terrenos y controla la aldea, iniciándose la lucha por la independencia del lugar.
En 1488 se concede a Francisco Zúñiga el señorío de la fortaleza y vasallos, alcanzando en 1535 la condición de villa bajo el marquesado de Mirabel, concedido por Carlos I a Fadrique de Zúñiga y Sotomayor, y la definitiva independencia jurídica y política de Plasencia.
A la caída del Antiguo Régimen, la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, entonces conocido como Mirabel. Desde 1834 quedó integrado en el Partido Judicial de Plasencia. En el censo de 1842 contaba con 240 hogares y 1315 vecinos. A lo largo del siglo XIX el marquesado va perdiendo alguno de sus privilegios y la localidad de Mirabel va creciendo paulatinamente, al igual que su población, en su mayoría campesina.
En la actualidad el castillo está sometido a su restauración.

MAYORALGO (CÁCERES)

Fotografía y diseño: José Valiente Tejado
Fecha de solicitud: 02-01-2012
Fecha de aprobación: 02-01-2012
Tirada: 225 sellos
Primer día de circulación: 11-01-2012



El castillo de Mayoralgo es uno de más antiguos que se conservan en las tierras de la ciudad de Cáceres. Este linaje de Mayoralgo tiene sus antecedentes en los Blázquez que llegan a la ciudad en tiempos de la Reconquista en 1229, remontándose a las noticia hasta un Munió Blázquez de esos tiempo, aunque algunos identifican en un hijo de este Munió, llamado Blasco Muñoz(I), el primer eslabón del linaje en estas tierras. Sea como fuere, en 1282 ya figuran varios miembros de esta familia en los repartos de tierras ordenados por Sancho IV, como ha documentado Lodo Mayoralgo, y en 1320 otro Blasco Muñoz(II) crea un mayorazgo en cuya acta fundacional cita, entre otros bienes, la torre que llaman de Blasco Muñoz en la que identificamos los antecedentes más antiguos de este castillo, construida por su padre del mismo nombre, en todo caso a comienzos del siglo XIV. Parece que este linaje pasó a llamarse después de Mayoralgo por corrupción de l nombre Mayorazgo con el que se les conocía al ser el suyo el primero instituido en Cáceres.
En lo alto esta el cuerpo principal, alzándose en el centro la torre del Homenaje que debe ser la primitiva construida durante el primer cuarto del siglo XIV, en la cual todavía se mantienen algunas de sus almenas, saeteras y restos de los matacanes que se adelantaban en lo alto. También en esta plataforma elevada están todavía en pie algunos lienzos del recinto y de dos aljibes o cisterna que aseguraban el suministro de agua en el interior.En una plataforma situada a nivel inferior, hacia el lado de poniente, está el segundo cuerpo que actúa a modo de antemuralla, configurando un recinto que también se dotó con construcciones diversas, algunos de cuyos muros todavía persisten, aunque acusan un uso más de tipo funcional y de servicio, como caballerizas o cuadras, mientras que las actividades residenciales debían ubicarse en el cuerpo alto y principal, mucho más seguro y confortable.
Es muy notable la concentración de recursos defensivos que se acumulan en este ámbito inferior, con lo cual debió resultar casi inexpugnable, pues además de contar con una puerta en recodo, con numerosas saeteras abiertas en sus flancos, lo que haría dificilísimo y peligroso el ingreso, se repetían los dispositivos en torno al patio interior, desde cuyos flancos otras tantas saeteras enfilaban y permitían el hostigamiento de posibles asaltantes; y por si esto fuera poco, también estarían al descubierto desde lo alto del cuerpo principal, dispuesto a mayor altura y desde la torre del Homenaje.El castillo sin embargo, posiblemente por su especial disposición para la defensa, quedó fuera de uso cuando desaparecieron las condiciones de inestabilidad que motivaron su construcción, momento en el que era más necesario atender a las necesidades de habitabilidad, por lo que durante el siglo XVI su actividad debe ser mínima, si no nula, construyéndose al lado una magnifica casa-palacio que solventaba mejor las necesidades residenciales que necesitaban sus moradores.