ALBURQUERQUE


Fotofrafía: Francisco Negrete Castro
Diseño: José Valiente Tejado
Fecha de solicitud: 12-01-2010
Fecha de aprobación: 13-01-2010
Tirada: 250 sellos
Primer día de circulación: 04-02-2010




El castillo de Alburquerque se encuentra ubicado en la parte alta de un cerro en la Sierra de San Pedro, lo que le proporciona una posición dominante con respecto al resto de la población. Alburquerque es una zona próxima a la línea divisoria con Portugal. Esto y su posición entre Valencia de Alcántara y Badajoz le proporcionó un atractivo singular. Esta villa de renombre se sitúa en la parte norte de la provincia de Badajoz.

La plaza fue reconquistada por Fernando II en el año 1166, y su posesión cedida a la orden de Santiago, pero volvió a manos musulmanas en el año 1184, siendo recuperada definitivamente en 1217.

A mediados del siglo XV la fortaleza es entregada a Don Álvaro de Luna, Maestre de la
Orden de Santiago y Condestable de Castilla, quien acometió entre los años 1445 y 1453 la construcción de varios elementos significativos, de cuya etapa persiste aún la Torre del Homenaje y el interesante sistema de acceso al piso superior a través de un gran puente, de cuya autoría dejó constancia epigráfica en los varios blasones que pueden verse aún en estas partes y otras del castillo.

Aunque fue necesario la renovación de los elementos más deteriorados o desaparecidos, todavía se conservan muchos que permiten percibir el primitivo carácter de la fortaleza, como el conjunto del sistema amurallado, las puertas, los cubos y baluartes la gran Torre del Homenaje de Don Álvaro de Luna, con sus múltiples pisos todavía accesibles , el gran puente de acceso directo a los niveles más altos de esta torre, sobre arco apuntado pero que obligaba al uso de
un dispositivo de seguridad con un puente levadizo en el último tramo para facilitar el aislamiento de la torre en caso de necesidad. Destaca también una torre albarrana.

La torre del Homenaje es una considerablemente voluminosa mole de piedra de planta cuadrada. Está muy bien organizada y aprovechada en su interior, tanto por sus numerosas plantas, como por la distribución de éstas y por sus sistemas de abovedamiento, en algunos casos con crucerías, como ocurre en el último piso, donde además se abren bellas ventanas góticas, geminadas y poli lobuladas, en alguna de las cuales se puede ver el escudo de D. Álvaro de Luna, promotor de estas obras.

Es también muy interesante la iglesia que todavía se conserva en el interior de la fortaleza
con la advocación de Santa María del Castillo, uno de los más antiguos ejemplares de este
tipo de edificios religiosos en Extremadura, datable en el último cuarto del siglo XIII y en el que se puede ver el estilo de transición entre el románico tardío y el gótico, con sus tres naves cubiertas mediante bóvedas de cañón sobre pilares cruciformes con recios capiteles e impostas, manifestándose en el ábside los añadidos de una bóveda de crucería correspondiente a una etapa gótica más evolucionada.